Permítanme llevarlos tras bambalinas, donde los dramas y las comedias se desenvuelven no en un teatro, sino en el vertiginoso mundo de la producción cinematográfica. Nuestro último episodio, protagonizado por un elenco de primera y una estrella de la talla de PROMPERU, nos transportó a un emocionante rodaje centrado en herramientas para el empresariado exportador.
Esta historia de rodaje, comenzó con la siempre puntual cita a las 7 de la mañana en la locación. No obstante, había un pequeño detalle: ¡era domingo! El edificio donde íbamos a filmar estaba prácticamente desolado y los accesos estaban más escondidos que un tesoro pirata. La entrada a este laberinto resultó ser el estacionamiento en el sótano, compartido por varios edificios en condominio. Así que, desde temprano, el equipo se embarcó en una búsqueda estilo Indiana Jones para encontrar la entrada adecuada.
El tiempo, implacable como siempre, comenzaba a presionarnos. Y mientras todos intentaban desentrañar el misterio del sótano, nuestros relojes seguían corriendo. Pero, ¿qué es una producción sin obstáculos? La respuesta estaba en la creatividad. Nuestro equipo de producción tomó el papel de anfitriones, guiando a técnicos, personal de arte y utilería hasta nuestro set de rodaje, que se encontraba más protegido que la tumba de Tutankamón.
Sin embargo, el desafío estaba lejos de terminar. Los ascensores, al igual que los personajes de un enrevesado thriller, se abrían en diferentes torres del edificio. Afortunadamente, el cliente aún no había llegado, lo que nos dio tiempo para resolver estos obstáculos y preparar el escenario para el gran acto.
Pero el hambre no espera, y después de un rápido desayuno, todos ansiaban el almuerzo. El problema: era domingo, y el edificio no permitía la entrada de proveedores. La búsqueda del catering se convirtió en un desafío de estilo reality show: encontrar un lugar abierto en el distrito de Miraflores, un domingo por la mañana. Sin embargo, la función debía continuar, y la perseverancia de nuestro equipo fue la clave.
Con la llegada de nuestro estimado cliente, comenzamos a rodar junto al talentoso actor Anthony Ravínes. Bajo la dirección magistral de Carlos Alagón y un storyboard sólido, el equipo se embarcó en la tarea de crear una obra maestra. Vale la pena mencionar que la Inteligencia Artificial desempeñó un papel importante al ser la mente maestra detrás del storyboard, marcando un hito en la evolución de nuestra industria.
A las 12:45 p.m., la producción anunció el tan esperado almuerzo, un momento que todos disfrutaron. En un restaurante que sorprendió con su sabor excepcional, el equipo compartió historias de rodajes pasados y fortaleció los lazos de camaradería.
A pesar de haber superado algunos obstáculos, aún quedaba trabajo por hacer. El cliente confió en nosotros lo suficiente como para permitir que continuáramos sin su presencia, lo que nos motivó a esforzarnos al máximo en cada toma. Con un poco de música y la ventaja de no tener que lidiar con el sonido directo, el equipo se preparó para crear magia.
Un rodaje no sería completo sin sus desafíos, y este no fue la excepción. Las dos horas de margen previamente planificadas para imprevistos resultaron ser esenciales. Resolver problemas es parte fundamental de nuestro trabajo, y lo hacemos con entusiasmo.
A las 6 p.m., la claqueta marcó el final de nuestro día. El cansancio nos alcanzó, pero aún quedaba trabajo por hacer. Las unidades de producción se despidieron mientras empacábamos equipo, luces, utilería y vestuario. La noche cayó, y con ella se llevó nuestros recuerdos de un día lleno de desafíos y recompensas.
Cada rodaje es una odisea, una aventura que nos lleva a explorar nuevas fronteras y superar obstáculos inesperados. Pero, al final del día, el resultado siempre justifica el esfuerzo, y nos llena de orgullo seguir creando, resolviendo problemas y persiguiendo la excelencia en nuestro trabajo.
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